Dra. Cristina de Hoyos, Dermatóloga de Clínicas Ceta.

 

Tras el verano y todos sus desfases, tanto el cuerpo como la piel necesitan depurarse. El sol es uno de los principales causantes del daño a nivel cutáneo y es en esta época del año cuando más nos expones a él. Ese generalizada creencia de que el bronceado es señal de salud y belleza, nos hace cometer excesos bajo esta preciada estrella. Hayamos usado protección solar o no, nuestra piel se ve dañada una vez que pasa el verano, y precisa de unos cuidados aún más intensos que el resto del año para recuperarla adecuadamente.

Es por ello que en Clínicas Ceta ofrecemos nuestro peeling superficial de Ácido glicólico. Aquellas personas que ya no vayan a exponerse a la radiación ultravioleta y quieran recuperar la luminosidad en el rostro y el escote, este peeling que consta de 4 sesiones, es una muy buena opción. El ácido glicólico es un alfa-hidroxi-ácido que estimula la capa germinativa de la piel y actúa sobre los fibroblastos, células encargadas de regenerar el colágeno. Entre sus principales efectos, el ácido glicólico provoca una exfolicación de las capas más superficiales de la piel, favoreciendo la desaparición de todas las células desvitalizadas a este nivel y permitiendo entonces una mejora en la estructura de esta capa más externa, favoreciendo el aumento de su grosor, lo que dará un aspecto más saludable a nuestra piel. Además tiene cierta capacidad de reducir la alteración celular, es decir, puede revertir parte del daño que hayan sufrido las células debido a las radiaciones solares (efecto conocido como fotoenvejecimiento). Las ventajas de este pelling es que tiene efectos secundarios muy leves y rápidamente pasajeros: eritema facial muy leve, descamación muy ligera, y además ayuda a tratar las lesiones pigmentadas (manchas) que sean producto del sol. Lo único a tener en cuenta es que posteriormente debemos proteger la piel con fotoprotectores adecuados y que durante la aplicación hay cierta sensación de quemazón que cede rápidamente

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